RESUMEN
Este taller presentará los resultados de dos proyectos diferentes que trabajan con jóvenes bajo protección del gobierno (de hogares de acogida). El proyecto Izeba compartirá los resultados en términos de mejorar el bienestar de los menores, mientras que el Proyecto Sapere Aude compartirá sus resultados en términos de mejorar los resultados educativos.

El valor de los vínculos relacionales entre figuras voluntarias y menores en situaciones de vulnerabilidad – Kristina  Soares
El Proyecto Izeba fue diseñado para crear figuras de acogida voluntarias: izebas, como tíos o tías, para menores que, por varias razones, viven separados de sus familias de origen y están bajo la protección del Consejo Provincial de Gipuzkoa. Es un proyecto solidario que tiene como objetivo contribuir al bienestar de estos menores a través del apoyo brindado por las figuras adoptivas voluntarias mencionadas anteriormente. Este programa está gestionado por la Fundación Baketik.

Se han realizado entrevistas con los profesionales que trabajan en diferentes hogares de acogida, las figuras de acogida voluntarias-izebas y los menores que participan en el proyecto para reflexionar críticamente sobre el proyecto y promover su mejor funcionamiento.

La experiencia práctica muestra el importante papel que desempeñan las figuras adoptivas voluntarias-izebas en el bienestar de los menores, ya que estos menores reciben apoyo, afecto, contención y también se les da la posibilidad de estructurar sus vidas. De hecho, los lazos personales creados entre las figuras adoptivas voluntarias-izebas y los menores, a veces, se modifican a medida que el papel voluntario de las figuras adoptivas-izebas cambia de ser solidario a convertirse en mentoría de la resiliencia.

Un proyecto de mentoría dirigido a mejorar los resultados en educación de niños en cuidado residencial 
En el marco de un proyecto europeo, junto con 5 ONG que trabajan en Austria, Croacia, Francia, Alemania y España (Erasmus+ 2016-1-ES01-KA201-025021, llamado Sapere Aude project), se llevó a cabo un proyecto de mentoría destinado a mejorar el aprendizaje escolar de los niños en atención residencial. La evaluación del programa incluyó el diseño previo y posterior. En la fase preliminar, tres partes interesadas (docentes, cuidadores y niños en atención residencial) recibieron un cuestionario con las mismas preguntas para determinar la experiencia escolar de los adolescentes entre 12 y 17 años en atención residencial en diferentes ámbitos, como las relaciones en la escuela, participación, tipo de actividades de aprendizaje en el aula, resultados académicos y satisfacción con la escuela. En la etapa posterior a la prueba, se incluyeron mentores tras un un año de trabajo con niños. El total de cuestionarios respondidos en ambas fases fue de 500. Los resultados mostraron, por un lado, cómo las evaluaciones con respecto a estos asuntos escolares, las expectativas de educación adicional y la satisfacción con el dominio escolar fueron significativamente mayores entre los adolescentes que entre los maestros, pero las diferencias fueron aún más significativas en comparación con los cuidadores, que revelaron una perspectiva en gran parte pesimista, con implicaciones para las prácticas y la formulación de políticas consecuentes. Por otro lado, hubo resultados relevantes con respecto al programa de mentoría, con aspectos negativos y positivos a tener en cuenta para los profesionales y el sistema de protección infantil.